
"Nunca nos gloriaremos verdaderamente en él hasta que hayamos descartado completamente nuestra propia gloria". - Juan Calvino
A propósito de la celebración de los 500 años de la Reforma Protestante, recientemente compartí una serie en la Iglesia sobre las 5 Solas, estas frases que se han hecho famosas por usarse como bandera de la doctrina proclamada por los reformadores y que resumen los conceptos básicos de la salvación, si acaso no las has escuchado estas 5 frases están en latín y son las siguientes:
1.- SOLA SCRIPTURA
Como seguramente imaginaste, la frase significa “Solamente la escritura”, la idea detrás de esta frase es que la Escritura (Es decir la Biblia) por sí sola es la autoridad final en los asuntos que conciernen a la Fe y la Salvación por encima de cualquier opinión o tradición humana.
2.- SOLA FIDE
Significa “Solo por Fe” y enfatiza la imposibilidad de los hombres para salvarse por obras, la salvación sólo es posible mediante la Fe.
3.- SOLA GRATIA
Significa “Solo por Gracia”, y muestra el regalo inmerecido de parte de Dios mediante el cual los hombres pueden ser salvos. Es decir, reconoce que no hay mérito alguno en el hombre para ser salvo o deuda alguna de parte de Dios para que nos salve.
4.- SOLUS CHRISTUS
Significa “Solo Cristo” es el camino al Padre, sólo cuando ponemos la Fe en Él es que podemos ser salvos, solo Cristo es el mediador entre Dios y los hombres.
5.- SOLI DEO GLORIA
Significa “Solo a Dios la Gloria” y enfatiza como todo el plan de redención y la ejecución del mismo tiene su origen y destino en Dios mismo. De tal manera que toda la obra de Redención apunta a Dios quien se lleva toda la Gloria.
Es precisamente esta frase en la que quiero abundar un poco más, ya que junto a las otras 4 Solas, SOLI DEO GLORIA les da sentido a todas.
¿Cómo lo hace? Piensa por un momento. Si la salvación es solo por FE, es decir sin ninguna obra de nuestra parte. Y además la Salvación es solo por GRACIA, es decir sin ningún mérito de nuestra parte. Y además la obtenemos sólo por medio de Cristo. Entonces nosotros no tenemos mérito alguno en todo el proceso, lo que asegura que la gloria le pertenece sólo a Dios y no a nosotros.
De la misma manera la Escritura como nuestra autoridad final en todo lo que se refiere a la Salvación y los asuntos espirituales protege la Gloria de Dios de nuestro orgullo como seres humanos al no requerir de nuestra opinión o sabiduría. Por lo tanto, la obra redentora de Dios es perfecta y completa sin nuestra ayuda.
UNA DIFERENCIA IMPORTANTE
Cuando hablamos de la GLORIA DE DIOS como el centro de la doctrina, estamos recordando y recordándonos que el Cristianismo no se trata de nosotros, sino de DIOS. Nos pone en la perspectiva correcta al mostrarnos que el propósito más alto de parte de Dios en el plan de salvación no son las bendiciones que nosotros recibimos, por maravillosas que sean, el propósito más alto es su propia GLORIA.
El Apóstol Pablo lo describe en el libro de Efesios de la siguiente manera:
Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.
Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos.
Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.
De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado.
Efesios 1:3-6 NTV
Pablo inicia dando gracias a Dios por su obra redentora y enfatiza la Gloria y Alabanza que tiene como resultado la obra redentora de Dios. De hecho, en el verso 14 repite esta idea:
El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza.
Efesios 1:14 NTV
Así es, El Dios Trino que es GLORIOSO en sí mismo, ha mostrado su GLORIA no sólo en la creación, sino también en su Redención. Y nosotros como su Pueblo respondemos dándole la GLORIA que sólo Él merece en adoración. Por tanto, podemos decir que "La gloria de Dios es la meta de todas las cosas."
Lo interesante de este énfasis de Dios en su GLORIA, es que no tiene motivos egoístas, Dios no está acomplejado o requiere fortalecer su ego. Dios sabe cómo fuimos creados, Él nos creó para esto, para su GLORIA, de tal manera que tú y yo como parte de su Pueblo encontramos satisfacción y deleite cuando Dios despliega su GLORIA, cuando Él es GLORIFICADO. Así es, tú y yo fuimos creados para encontrar nuestro propósito, deleite y plenitud sólo en Él.
Jonathan Edwards el Teólogo del siglo XVIII lo expresó de la siguiente manera:
Dios al buscar su gloria busca el bien de sus criaturas, porque la emanación de su gloria ... implica la ... felicidad de sus criaturas. Y al comunicar su plenitud a ellos, lo hace por sí mismo, porque el bien para ellos que busca, está tanto en unión y comunión con él mismo, Dios es su bien. Su excelencia y felicidad no son sino la emanación y expresión de la gloria del Señor."
Esta es una verdad radicalmente opuesta a lo que escuchamos a diario. En este mundo y aún dentro de la Iglesia, el mensaje que prevalece es que la satisfacción plena viene con tu éxito, con tu auto glorificación, con tus logros y tu reconocimiento. Pero sólo cuando nos rendimos ante el Dios de la Gloria y vemos su maravilloso plan, podemos ver que su Gloria es infinitamente mayor que cualquier logro que podamos soñar.
Entonces oro a ti, oh SEÑOR y digo: "Tú eres mi lugar de refugio. En verdad, eres todo lo que quiero en la vida."
Salmo 142:5
¡SOLI DEO GLORIA!