
El carisma no es suficiente, el potencial tampoco, los logros en el mundo de igual manera son insuficientes para establecer liderazgo dentro de la iglesia. El liderazgo proviene de Dios. Él los escoge, Él los capacita y Él se lleva toda la gloria.
1 Corintios 1:26-31 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
El liderazgo pastoral es contrastante con el del mundo, está enfocado en servir y no en mandar o enseñorearse de las personas, tal cual nuestro Señor Jesucristo.
Mateo 20:25-28 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Las cualidades del líder cristiano están más enfocadas en su carácter como hijo de Dios y en el conocimiento y aplicación de las escrituraras más que en sus habilidades humanas para influenciar a las personas. Esto se llama liderazgo pastoral.
La función principal del líder espiritual es llevar a las personas a Cristo, con su ejemplo de vida, con la Palabra de Dios y con el poder del Espíritu Santo.
1 Timoteo 3:1-10 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
El hombre que Dios usa es un hombre íntegro
Cómo no recordar la historia de José el soñador y como Dios lo prospero en todo lo que hacía, un hombre supo huir de la tentación y Dios lo llevo a la cumbre del liderazgo en Egipto, siendo instrumento de Dios para salvar a una nación y al pueblo de Dios.
Génesis 39:23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
El hombre de Dios no busca su gloria
Recordarán al rey Gedeón que Dios le dio una gran victoria con un puñado de hombres, tan solo 300 cuando salió a enfrentar a miles de madianitas.
Al regresar todo el pueblo quería alabarle y Gedeón no lo acepto. La tierra reposo 40 años en manos de Gedeón.
Jueces 8:23 Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros.
El hombre que Dios usa es un hombre de oración
Cada pastor enfrenta situaciones complejas que requieren tomar decisiones correctas. Por lo cual el hombre de Dios no depende de sus fuerzas, capacidades o inteligencia, sino de la intervención sobrenatural de Dios. Por lo cual es un hombre que avanza tomado de la mano con Dios, como Nehemías que en tan sólo 52 días restauró los muros de la ciudad, en medio de circunstancias totalmente opuestas, enemigos dentro y fuera de casa. Lo imposible se hizo posible y Dios usó a un hombre de oración.
Nehemías 1:4-11 Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa.Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
El líder que Dios usa ama su Palabra.
Si creemos que la Palabra de Dios es buena, suficiente y que tiene poder para salvar y transformar vidas, debemos estudiarla con seriedad y enseñarla con fidelidad. El líder de Dios habrá comprobado sus efectos en su propia vida y será quien la publique con toda honestidad.
2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Sal 119:1-4
Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.
¿Hacia dónde va la iglesia hoy? Me preocupa la tendencia de producir líderes naturales sólidos que saben administrar un negocio o una empresa pero no entienden a la iglesia desde la perspectiva de Cristo. Su estilo y consistencia de liderazgo son terrenales, no bíblicos ni espirituales.
La metáfora favorita de nuestro Señor para el liderazgo espiritual, la que usó con más frecuencia para describirse así mismo, es la de un pastor humilde, que trabaja duro. El liderazgo pastoral auténtico incluye oración, la santidad, la adoración, el discipulado, el servicio y la compasión. Todo ministerio sano debe basarse en los mandatos bíblicos y no en la ambición humana. Estamos perdiendo conceptos como “el carácter del pastor”, “el llamado de Dios al ministerio pastoral”, “el entrenamiento eficaz para el pastor”. Debemos volver con extrema prioridad a los parámetros bíblicos antes de colapsar sin Dios y sin su poder.