
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (Juan 1: 14-17).
LA GRACIA DE DIOS
Una de las preguntas que debe de responderse antes que nada es, “¿Por qué necesitamos la gracia de Dios?” Aparte del cristianismo bíblico, CADA SISTEMA RELIGIOSO Y CREENCIA FILOSÓFICA enfatiza nuestra propia habilidad auto-deificada de salvarnos a nosotros mismos por medio de nuestras “buenas obras,” o en otras palabras, nuestra propia “justicia” al intentar hacer “cosas buenas” en nuestras vidas. Incluso en eso, lo que se determina como “bueno” por un grupo puede que no sea visto como algo “bueno” por otro grupo, y así, tienes diferentes “rejillas” por medio de las cuales las personas observan, basándose en su “cosmovisión” particular. Ahora, esto no es sorpresa para nosotros ya que esto es lo que Satanás hizo, cuando por medio de a serpiente, tentó a Eva con:
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal." (Génesis 3:1-5)
Un aspecto muy importante acerca del encuentro previo es que cuando Dios le dijo a Adán en Génesis 2:17 que él “ciertamente morirá” si comía del “árbol de la ciencia del bien y el mal,” exactamente la misma construcción gramatical es utilizada por Satanás, por medio de la boca de la serpiente, para negar las consecuencias que Dios dijo que pasarían si comían del “árbol de la ciencia del bien y el mal.”
Cuando leemos la frase en Génesis 2:17, “ciertamente morirás,” esto es lo que llaman en hebreo un absoluto infinitivo, y se utiliza para hacer énfasis, y es por eso que se utiliza el adverbio en español “ciertamente”. Por lo tanto, cuando leemos la respuesta de Satanás hacia Eva en Génesis 3:4, por medio de la serpiente, con referencia al mandato de Dios en cuanto a comer del “árbol de la ciencia del bien y el mal” Satanás utiliza exactamente l misma construcción gramatical del absoluto infinitivo para enfatizar equitativamente que lo que Dios dijo es ¡ABSOLUTAMENTE MENTIRA!
Así, desde el comienzo de la batalla espiritual que ha sumergido a la humanidad desde la “Caída de Adán y Eva” en adelante, vemos que las mentiras de Satanás van dirigidas directamente a las promesas de Dios, y en adición, él afirma sus mentiras con el mismo énfasis que Dios da sus promesas.
EN GENESIS 3:5, SATANÁS, POR MEDIO DE LA SERPIENTE, EXPRESA LA MENTIRA MÁS GRANDE DE TODAS, QUE AÚN LE EXPONE A LA HUMANIDAD CAÍDA.
Y eso es, “…el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Ha ocurrido exactamente lo opuesto, donde nosotros, la humanidad, nos volvimos ciegos a nuestro pecado, nuestra conciencia de Dios estaba tan cauterizada que, aparte del poder de Dios que nos atrae por medio del Espíritu Santo (Juan 6:44), hemos sido total y completamente rendidos a no estar dispuestos a voluntariamente confesar la grandeza única de Dios, sino que, comenzamos a deificarnos a nosotros mismos: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.” (Romanos 1:21-23).
La frase “se envanecieron en sus razonamientos” es una frase increíble en el griego. La frase se traduciría mejor como, “se hicieron inútiles y tontos en sus pensamientos, razonamientos, opiniones, diseños, ideas y argumentos,” y la palabra griega que representa las ultimas siete palabras de esta traducción amplificada es dialogismos, y de esta palabra griega se deriva la palabra en español “dialogo,” la cual se refiere a una conversación entre personas, donde intercambian sus ideas y opiniones.
Como consecuencia, como resultado de la caída del hombre, la totalidad de hombre y mujer, desde la caída hacia adelante, comenzó a perseguir su propia auto-deificación, donde, en su turno comenzaron a inventar lo que ellos determinaban que era “bueno y malo” de acuerdo con sus propios deseo lascivos, lujurias y “razonamientos religiosos” completamente distorsionados. Estos “razonamientos religiosos,” por ende, eran y son basados en una “justicia basada en obras” porque el hombre y mujer no regenerando están completamente cegado ante la profundidad y penetración de su pecado y corrupción ante de Dios. Un aspecto muy importante de esta “justicia basada en obras y razonada por humanos” es la realidad de la humanidad perdida desarrollado una “santificación religiosa” por su perversión sexual y pecado, y esto se regresa hasta las primeras escrituras de la humanidad por la cultura sumeria. La siguiente cita hade una evaluación excelente de los “dioses antropomórficos” de los antiguos sumerios:
“Los dioses sumerios, como son ilustrados por los mitos sumerios, eran completamente antromóficos; incluso el más poderoso y con más conocimiento entre ellos fueron concebidos en forma humana, pensamiento y acción. Al igual que el hombre, ellos planean, actúan, comen, beben, se casan y tienen familias, mantienen familias numerosas, y son adictos a las pasiones humanas y debilidades.”¹
El punto detrás de la referencia mencionada es que los “dioses” de los antiguos sumerios, al igual que la mayoría de las culturas antiguas, eran simple reflejos de las mimas personas, y para estos reflejos, las personas inscribieron un estado “deificado”, de este modo santifican y legitimando sus estilos de vida pervertido y lascivo, del cual habla Romanos 1:21-23.
ADEMÁS DE ROMANOS 1:21-23, ESTÁN LAS SIGUIENTES REFERENCIAS DE NUESTRA CORRUPCION PROFUNDA COMPLETA Y TOTAL, LA CUAL, APARTADA DE LA GRACIA DE DIOS, ELIMINARÍA POR TOTAL A LA HUMANIDAD DE TENER CUALQUIER RELACIÓN CON DIOS:"
Génesis 6:5: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” La palabra utilizada para “designio” en el hebreo también significa “forma.” Por lo tanto, incluso antes de que reconozcamos nuestros propios pensamientos, el inicio de la formación es “solamente el mal,” y esto es por nuestro estado caído y corrupto, el cual es el núcleo de nuestro ser.
Salmo 14:1-3: “Dice el necio en su corazón: no hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” La palabra traducida como “no” en todo el pasaje mencionado es ayin, y es el participio mas enfático y negativo en el hebreo bíblico, significando literalmente “no existente.” Así, como el “doce el necio en su corazón, ‘no hay (i.e., Dios no existe) Dios’,” Dios por su parte dice, “no hay (i.e., no existe) quien haga el bien.” Esta es una evaluación increíble y divina de la humanidad, la cual es un opuesto inequívoco del punto de vista del hombre no regenerado de si mismo, la cual es, “Soy básicamente una buena persona.” De acuerdo a la verdad bíblica, nosotros como seres humanos somos corruptos hasta el núcleo de nuestro ser, y por lo tanto, “…No existe NADIE que sea bueno,” de acuerdo con el estándar de Dios de lo que es la “bondad,” versus el punto de vista distorsionada de la humanidad caída en cuanto a la “bondad.”
Isaías 64:6: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.” La expresión hebrea, “trapo de inmundicia,” es beged iddim, y literalmente significa, “trapos de menstruación,” el cual para una mujer judía, era el ápice de la inmundicia, aparte de tener lepra (Levítico 15:19-30). En otras palabras, lo mejor que pueden ser nuestra “justicia” medida a al punto de vista de Dios es un trapo menstrual, contaminado y sangriento, pero en nuestro estado no regenerado, pensamos que es hermoso.
ADEMÁS, NUESTROS PRECADOS, BASADOS EN EL PASAJE ANTERIOR, NOS CONTROLAN, ASÍ COMO EL “VIENTO” ESTÁ EN COMPLETO CONTROL DE LAS HOJAS CUANDO CAEN DEL ÁRBOL.
¿Alguna vez has visto a las hojas ser sopladas por el viento, pelear contra él, e ir en al dirección opuesta? Claro que no, y nuevamente, en nuestro estado no regenerado, somos controlados, dirigidos, guiados y aporreados por nuestro estado caído,, corrupto y pecaminoso, así que llamamos a los “bueno, malo, y llamamos a lo malo, bueno,” mientras hacemos exactamente o que hace Satanás, por medio de la serpiente, al decirle a Eva, “Serás como Dios, sabiendo el bien y el mal.” En esencia, por medio de nuestro estado caído y completamente corrupto, creamos nuestra propia definición de “bueno y malo” justamente como lo hacen las culturas modernas y antiguas, y nos engañamos a nosotros mismos por medio de nuestro propio criterio, distorsionado y pervertido del “bien y el mal.”
Sin embargo, a la luz del estado horrendo de la humanidad, Dios, desde el principio con Adán y Eva, hasta el día de hoy, extiende su gracia y misericordia, por las cuales nos imparte su justicia sobre los que confiamos en Él como el único Señor y Salvador:
Génesis 3:20-21: “ Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Génesis 15:6: “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” Lo que es tan significante de este pasaje es que la palabra “contado” en el hebreo literalmente significa “Dios continuamente le contó” la fe a Abraham “por justicia,” y eso era TOTALMENTE POR SU GRACIA como vemos en el siguiente capítulo de Génesis 16, Abraham y Sara tomando una decisión por medio de su “razonamiento” carnal el cual es el causante mayor de los problemas del Medio Oriente hoy en día– ¡El nacimiento de Ismael! Ciertamente, Abraham tuvo otra falla en Génesis 20, en el cual recurrió a una practica pecaminosa que ya había cometido antes de ser “salvo,” y fue el de hacer pasar a Sarai como su hermana, para no ser matado por otros quien la quisieran como su concubina (Génesis 12). Sin embargo, en medio de la falla de Abraham en Génesis 20, Dios fue fiel y misericordioso hacia él al liberarlo junto con Sarai de las consecuencias destructivas en la MISMA MANERA QUE NOS LIBERA A NOSOTROS de las consecuencias destructivas de nuestras acciones, y esto es por una sola razón, ¡SU GRACIA INCREIBLE Y MISERICORDIA HACIA NOSOTROS!
Salmo 51:10-17: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
El Salmo de David fue escrito después de su pecado y falla con Bestsabé (II Samuel 12 & 13), y al confesar y arrepentirse de su pecado, Dios lo perdonó y restauró: “Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.” (2 Samuel 12:13-14).
Sí, hubo consecuencias dolorosas por el pecado de David, pero Dios, en su gracia y misericordia increíble, perdonó y restauró a David a una relación vital y saludable con Él, y DIOS HARÁ EXACTAMENTE LO MISMO CONTIGO, PORQUE ERES SU HIJO, AÚN CUANDO FALLAS – “¡Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos!” (Hebreos 13:8)
Lucas 22:31-34: “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.’” Este es uno de las señales mas grandes de la gracia y misericordia que Jesús halla extendido a uno de sus hijos. Aquí, Jesús no solamente le dice a Simón acera de su próxima falla, sino que también le menciona la restauración venidera y lo que debe de hacer al ministrar a su “hermanos” ¡quienes también van a fallar! Pedro no tenia ni idea, ni perspectiva, de su futura debilidad y falla, pero Jesús, en SU GRACIA Y MISERICORDIA, lo sabía, al igual que el resultado de restauración que vendría por medio de esto, y ¡LO MISMO ES VERDAD PARA TI Y PARA MI!
TODO LO MENCIONADO ANTERIORMENTE ES POSIBLE PORQUE JESÚS LO DIJO DE SÍ MISMO, “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD, Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ” (JUAN 14:6).
Y estar en “la verdad” significa que en Él y por medio de Él, nosotros como seres humanos encontramos nuestra verdadera identidad y experimentar la “vida abundante” que Dios ha prometido a todo el que cree en Él (Juan 10:7-10). Como creyente en Jesús como nuestro único y verdadero Señor y Salvador, el siguiente pasaje es crucial para nuestro caminar y para experimentar su vida con la nuestra, pero es doloroso mientras “morimos a nosotros mismos,” pero es por medio de ese dolor de “perder nuestras vidas por amor a Jesús,” es que nosotros, descubrimos la VIDA VERDADERA QUE ÉL NOS DA EN ÉL MISMO: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.” (Lucas 9:23-24).