
GRAN PARTE DE SER MAMÁ ES CONFIAR … ESPECÍFICAMENTE, CONFIAR EN DIOS.
Justamente esta semana, estaba leyendo 1 Samuel, acerca de Ana y recordé de la gran recompensa de confiar en Dios. Ana oró por un hijo y buscó a Dios apasionadamente para este regalo. Ella estaba desesperada. Usualmente, cuando pienso en la historia de Ana, pienso en todo el deseo que ella tenia de tener un hijo. Me doy cuenta de que a veces Dios permite que lleguemos a tal punto, para poder ser mas fervientes y dependientes de Él por medio de la oración. Dios invierte en nosotros como resultado. Sin embargo, el día de hoy, fui impactada por lo que sucedió después. El dejar ir. Rápidamente. Prácticamente, en cuanto recibió su regalo, Ana estuvo dispuesta a dejarlo ir.
En 1 Samuel 1, vemos la historia del Señor recordando a Ana mientras ella imploraba por un hijo. Después, exactamente en el siguiente capítulo, ella elige darle su hijo al Señor como demostración de su rendimiento y derrama una hermosa adoración a Dios ¡por quién es Él!
CUANDO DIOS ME LLAMA A ENCOMENDARLE A MI HIJOS, ¿ME DOY LA MEDIA VUELTA, LO HAGO VOLUNTARIAMENTE Y LE DERRAMAMO ADORACIÓN?
Ana dijo, “Mi corazón se regocija en Jehová, mi poder se exalta en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salvación. No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro.” (1 Samuel 2:1-2).
Ana tuvo solamente uno cuantos años para derramar sobre Samuel e invertirle todo el amor y gracia de Dios; al igual que su majestad en el pequeño corazón de Samuel, antes de renunciar a sus derechos sobre él. He tenido el privilegio de ser mamá por 20 años, y aún así no me siento lista para dejarlos ir.
HOY, MAS QUE NUNCA, SIENTO QUE EL SEÑOR ME ESTÁ DICIENDO, “¿CONFÍAS EN MÍ? ¿CONFÍAS EN MI ESPÍRITU SANTO DENTRO DE ELLOS?”
A través de esta imagen de la disponibilidad de Ana —a pesar del peligro y corrupción de la familia de Elí—de rendir completamente a su hijo al cuidado de Dios, también me anima, Dios es mi refugio. ¡Puedo confiar en Él! Él tiene planes increíbles esperándome.
EN LA HISTORIA DE ANA, EL REGALO DE SU HJO ERA UN REGALO NECESARIO PARA LA NACIÓN DE UN SACERDOTE PIADOSO.
Dios tenía un plan para su vida que no sería corrompido por influencias externas ni por la maldad que lo rodeaba. ¡Dios tiene un gran plan para mis hijos también! Cuando enviamos a nuestros hijos, ya sea a la escuela o al trabajo… o inclusive a algún lugar difícil, Dios está con ellos, y El está en control. ¡Dios tiene un gran plan para ellos! ¡Podemos confiar en Él!
¿Cuál es mi parte?
Como Ana, puedo orar, orar, orar, orar. Ciertamente, una mujer que ha orado tan fervientemente por el nacimiento de su hijo continuará orando así por el resto de su vida. Mientras pasamos tiempo en la presencia de Dios —agonizando, pidiendo, suplicando y buscando— nos encontraremos con la paz para dejarlos ir. ¡La oración es la manera más efectiva para influenciar a nuestros hijos y nuestro corazón cambia en el proceso!
Entonces, soy capas de encomendarle mis hijos a Dios y confiar en Él con el resultado —y todos los pequeños detalles — y al igual que Ana, derramar adoración al Señor, ¡quien es mi REFUGIO!