
Cuando Jesús fue arrestado y escoltado hacia su crucifixión, los evangelios nos dicen que sus discípulos…
- huyeron (Mateo 26:56)
- se escondieron (Juan 20:19)
- perdieron la esperanza (Lucas 24:21)
Poco tiempo después, leemos que algo asombroso sucedió. Estos hombres temerosos pasaron por una transformación dramática. Después de unas cuantas semanas de la crucifixión de Jesús, estos mismos hombres estaban de pie, cara a cara con las personas que habían crucificado a su líder, predicando que Jesús estaba vivo, diciéndole a las personas necesitaban abandonar sus malos caminos y saber que Jesús era el Mesías y Señor. (Hechos 2:36-38).
Para prevenir que esta creencia se propagara, las mismas autoridades que habían crucificado a Jesús…
- amenazaron a los discípulos
- los azotaron
- los golpearon
- los apresaron
- les impidieron hablar en el nombre de Jesús (Hechos 4:16-18, 5:28)
Entonces, ¿que hicieron los discípulos? Se pusieron de pies y le dijeron a los líderes judíos, “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hechos 5:29)
¡Dios no ha dado este tipo de coraje y compromiso para anunciar el evangelio a nuestra generación!
Así que ellos dijeron: “Debemos obedecer a Dios en lugar los hombres,” y se fueron “gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.” (Hechos 5:41-42)
Sin embargo, su denuedo tenía un precio.
Historiadores como Josefo, Eusebio y otros nos dicen que estos hombres fueron a la tumba, uno por uno, sufriendo muertes muy dolorosas, por su creencia constante, predicar que Jesús es Señor y que había resucitado de la muerte
- Mateo murió por la espada en la ciudad de Etiopía
- Marcos murió en Alejandría, al norte de Egipto después de haber sido cruelmente arrastrado por las calles de esta ciudad
- Lucas fue colgado de un olivo en Grecia
- Juan fue exiliado en la isla de Patmos
- Santiago fue azotado en Jerusalén
- Jacobo el menor (como es llamado en Marcos 15:40) fue aventado de un pináculo del templo
- Felipe fue colgado contra un pilar en Hierápolis en la provincia de Frigia
- Bartolomé fue desollado vivo
- Andrés fue atado a una cruz y lo dejaron ahí hasta que murió
- Judas fue disparado con flechas
- Mateo (el apóstol elegido para reemplazar a Judas) primero fue apedreado y después degollado
- Barnabas fue apedreado por los judíos en Salónica
- Pablo, después de una variedad de torturas y encarcelamientos, finalmente fue degollado en Roma
- Tomas fue traspasado por una lanza en el este de India
- Pedro fue crucificado al revés en Roma
Pregunta para ti: ¿Estos hombres estaban mintiendo?
Se me dificulta creer que hombres que estuvieron dispuestos a pasar por este tipo de muertes lentas y dolorosas estuvieran “inventando una historia acerca de Jesús.” ¡Nadie miente para ser parte de tales predicamentos! ¡La gente miente para salir de este tipo de situaciones!
El hecho de que estos hombres entregaron sus vidas, indispuestos a retractarse o admitir la falsedad a pesar de lo azotes, pedradas y torturas es otra razón por la cual creo que la resurrección fue real.
Escéptico: “Espera un momento. Existen musulmanes en día de hoy que están dispuestos a morir por el Islam. Sólo por que alguien esté dispuesto a morir no significa que estén diciendo la verdad.”
Esa es una buena observación y estoy de acuerdo. Hay personas que están dispuestos a morir por algo que ellos creen o esperan que sea verdad (por ejemplo, terroristas musulmanes), pero no lo harían si supieran que están defendiendo una gran mentira.
Los discípulos estaban en un momento único de la historia. Vivian alrededor de Israel en el siglo I donde Jesús fue públicamente crucificado y puesto en una tumba. Estaban en un lugar para saber con certeza si habían visto a Jesús vivo después de su crucifixión o no.
Los terroristas musulmanes no están en este punto. Ellos mueren por algo que ellos piensan que es verdad. Si ellos vivieran en el siglo VII en el tiempo de Mahoma y estuvieran seguros de que Mahoma no es un profeta de Dios y que él nunca hizo ningún milagro y de más, no estarían atándose explosivos alrededor de su torso. ¿Por qué? Nadie muere voluntariamente por algo que saben que es una mentira.
Sin embargo, los discípulos de Jesús, en el siglo I, dentro de y alrededor de Jerusalén, sellaron sus testimonios con su propia sangre, proclamando hasta el final que el Mesías que se había estado esperando y Salvador del mundo, vivió entre ellos, se convirtió en el sacrificio por nuestros pecados y que resucitó de la muerte. Eso, para mí, es evidencia estaban diciendo la verdad acerca de Jesús.