
Esta es la segunda parte de "La Predicación Centrada en el Evangelio". Si te perdiste de la primera parte haz clic aquí.
Existen muchos enfoques comunes en nuestro tiempo que no mantienen a Cristo como el énfasis central del mensaje. Nosotros como maestros de la Biblia debemos hacernos la pregunta difícil acerca de nuestros motivos, y qué esperamos al cumplir con nuestra entrega.
Aquí hay algunos enfoques de la predicación que no están centrados en el evangelio:
1. La predicación centrada en el consejo se centra simplemente en dar consejos de “auto- ayuda” cuyos principios se encuentras en las Escrituras.
Aunque al principio esto parezca de ayuda, Jesús dijo, “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39). El evangelio es un mensaje vivo que transforma que se encuentra en la persona de Cristo. Jesús no vino sólo a dar buenos consejos, sino a convertirse Él mismo en el agente de transformación. Él es “el camino, la verdad, y la vida” (Juan 14:6).
2. La prédica centrada en la virtud se enfoca en exhortar a los oyentes a alzarse y ser mejores personas.
Por ejemplo, puedes retar a las personas a “¡Atreverse a ser un Daniel!” o “¡Pelea Contra los Goliats de tu Vida!”. Mientras esto parece ser inofensivo sutilmente aleja a la gente del evangelio en el cual Cristo es nuestra fuerza. Nosotros somos débiles y Él es fuerte. Por el amor de Cristo, entonces, yo estoy contento en mi debilidad…“porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:10). Es Cristo viviendo dentro de nosotros, dándonos el poder para ser Fuertes en la fe como Daniel y David. Necesitamos permanecer en Él para encontrar fuerza en cada situación.
3. La predicación centrada en la política aprovecha a las Escrituras para promover una opinión política en particular.
Esto puede halagar al oído y reunir a una multitud; sin embargo, no sigue el ejemplo de Jesús. Él nunca permitió que los partidos políticos de su tiempo lo distrajeran del plan maestro. Su prioridad siempre era predicar el reino de Dios.
4. La predicación centrada en el Apocalipsis se enfoca principalmente en interpretar las señales de los tiempos para la vida cotidiana.
Aunque es bueno estar conscientes de las señales de los tiempos, como dijo Jesús, “Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡más las señales de los tiempos no podéis!” (Mateo 16:2-3). No obstante, colocar una prioridad muy alta en la escatología conllevará a una fijación malsana en situaciones en donde no se nos requiere que sepamos con totalidad. Mientras que una comunicación completa de las implicaciones del evangelio en todas las Escrituras traerá un verdadero cambio al igual que preparar los corazones de las personas para que vengan a Cristo.
Si la visión principal de la iglesia está centrada en el evangelio, entonces Cristo será exaltado"
5. La predicación centrada en la iglesia utiliza al púlpito para enfocar a los congregantes en la visión de la iniciativa de su iglesia local.
Si la visión principal de la iglesia está centrada en el evangelio, entonces Cristo será exaltado. Sin embargo, en estos tiempos, una iglesia puede ser tentada a exaltar personalidades e intereses locales tales como edificios o mayor presupuesto. “Mas grande y mejor” puede, de vez en cuando, capturar el corazón de los líderes. A pesar de que es bueno querer hacer brillar una luz en tu comunidad, un cambio sutil en tu enfoque puede traer un cambio de dirección en tus prioridades. Administrar el evangelio a través de cada visión de la iglesia terminará comunicando el evangelio a las personas. Eso puede o puede que no se proyecte en un crecimiento visual en la iglesia, pero por lo menos un predicador centrado en el evangelio puede dormir bien en las noches sabiendo que ha administrado el máximo mandato de Dios.
La predicación centrada en el evangelio tiene la intención de hacer a los hombres ricos, pobres y a los pobres hacerlos ricos. Cuando el evangelio se predica, las personas que son fuertes en el sentido de su propia moralidad decaen al darse cuenta de su propia insuficiencia. El evangelio humilla de gran manera a cualquier discípulo de Cristo cuando este considera que el Rey, Jesús, ha rendido todo para redimir a una humanidad que no lo merecía. Para un hombre pobre, el evangelio han sido las mejores noticias que jamás haya recibido. Ahora él está en Cristo, un hijo de Dios, un heredero del reino de los cielos, y de todas las riquezas de Dios por medio de Cristo. Nada de lo que este mundo tiene, ni nada que pueda ofrecer, se puede comparar con esta invitación.
¡Qué privilegio poder proclamar estas buenas noticias! El Rey del universo, de quien provienen todas las leyes, éticas y virtudes, quien coloca a los líderes políticos en su lugar, quien pronto regresará para finalmente cumplir la gran historia, es nuestro maravilloso Salvador, Cristo, la cabeza de la iglesia, se entregó a sí mismo para ocupar nuestro mundo lleno de pecado, convirtiéndose en nuestra propiciación y sacrificio, cumpliendo con algo que nosotros nunca podríamos lograr––reconciliación con Dios. Estas buenas noticias que son constantemente expuestas en las Escrituras son para los incrédulos que están por convertirse, y es para que los creyentes tengan salud espiritual. Cuando el evangelio se predica cada semana en el contexto de toda la Escritura, toda y cualquier persona con necesidad de la gracia de Dios es Cristo es bienvenido a Jesús. El evangelio es el combustible del cristiano, no solo el arranque que comienza el viaje.