
He pasado miles de horas en sesiones de consejería con personas que están atrapadas en sus relaciones. No solamente marido y mujer en un mal matrimonio, sino también dos personas en cualquier otro tipo de relación se pueden experimentar el estancamiento en su relación.
¿Estás en una relación en la que se ha perdido la pasión o propósito? No hablo solo de un romance. Padre e hijo que alguna vez llegaron a amarse y respetarse, pueden ahora vivir una tensión hostil. Dos hermanos que crecieron juntos pueden llegar a estar separados por la ira o resentimiento. Compañeros de trabajo o vecinos que se llevaban muy bien, puede que ahora tengan dificultades para mantener una conversación sin peleas o discusiones.
Yo asumiría que cualquiera que lea este artículo puede identificar en su vida por lo menos una relación que no sea tan agradable como debiera ser. Pero, si tu historia con tu forma de relacionarte es buena, continúa leyendo. Dios puede usarte como un instrumento de reconciliación para otros.
Para empezar, veamos 10 señales típicas de que una relación va mal.
1. ¿Te cuesta trabajo intimar con la otra persona? (No pienses solamente en la vida sexual de un matrimonio, intimidad se puede también definir como “cercanía”).
2. ¿Te es difícil – o tienes miedo – de hablar de temas importantes con la otra persona?.
3. ¿Usas las palabras como armas para destruir y menospreciar en vez de usarlas para construir y esparcir la gracia? (Efesios 4:29).
4. ¿Pasas más tiempo criticando el comportamiento de la otra persona que reflejando lo que hay en tu propio corazón?.
5. ¿Te cuesta trabajo solucionar problemas y resolver conflictos?
6. ¿Alguna vez has deseado – aunque sea por un momento – no conocer o haber conocido a la otra persona?.
7. ¿Te es difícil servir a la otra persona, o has perdido el gusto que alguna vez tuviste por servirle?
8. ¿Te has descubierto recordando con resentimiento conversaciones o interacciones que tuviste con la otra persona?
9. ¿Tratas de mantenerte ocupado para no tener que interactuar con la otra persona? (en otras palabras, buscas excusas para evadirla).
10. En general, ¿consideras que actualmente la calidad de la relación es peor que hace ____ meses/años. Toda relación pasará por conflictos. Después de todo, tú – un pecador – estás interactuando con otros pecadores en un mundo caído. Todo pinta para ser un desastre.
Por esta razón, quiero presentarte un proceso bíblico de 6 pasos para cambiar una relación. Antes de decirte los pasos, necesitas saber tres cosas sobre el proceso:
1. El ORDEN de estos pasos es crucial para el proceso de cambio.
2. NO AVANCES al siguiente paso antes de terminar el actual.
3. El cambio es un PROCESO, no un evento. Este proceso puede tardar meses, quizá años. No lo apresures.
Aquí vamos:
6 Pasos en Cristo para escapar del estancamiento en tu relación:
1. Confesar y Perdonar.
Si el cambio va a ocurrir, tiene que empezar por reconocer honestamente nuestros errores, seguido por un perdón sincero y humilde. Si te rehúsas a admitir que pecaste contra la otra persona, y/o te rehúsas a perdonar lo que te han hecho, nada cambiará.
2. Confiar e Inspirar Confianza.
Ahora que ya lidiamos con el pasado, necesitamos lidiar con el presente. Debes hacer todo lo que puedas para convertirte en una persona confiable. Y después, debes estar dispuesto a ser vulnerable. Confía en la otra persona, sabiendo que todos somos imperfectos.
3. Arrancar de Raíz y Sembrar
Este es un paso muy concreto: ¿qué cosas que interfieren en tu relación debes arrancar de raíz? ¿y con qué debes reemplazarlas? No trabajes solamente en tu agenda y actividades, sé específico en palabras, respuestas y acciones.
4. Amar al Prójimo como a Uno Mismo
Este es un punto bíblicamente amplio, pero debes hacerlo específico. ¿Quién es esa persona en con quien estás en conflicto? ¿Cómo puedes mostrarle amor específicamente a sus necesidades y deseos?
5. Lidiar con el Pecado
Como lo dije antes, el cambio no ocurre de un día para otro, así que debes determinar lo que vas a hacer cuando la otra persona peque. El cómo lo hagas depende de ti. Pero también debes darle a la otra persona el derecho de decir “Espera, lo que acabas de hacer o decir estuvo mal, vamos a hablar de ello”.
6. Observar y Orar.
Aún cuando haya un cambio significativo, debes cuidar la relación. Estás en zona de guerra, peleando contra tu pecado y la tentación del mundo. Cuida tu comportamiento y ora para que la Gracia de Dios te permita ver tu realidad.
Hay ayuda y esperanza para ti en el Evangelio de Jesucristo. Un día, tus relaciones estarán completamente libres de conflictos, la Biblia te da consejos prácticos para el cambio, aquí y ahora.
Siempre es bueno recordar la delicia de que si estás integrado en tu iglesia local, busca consejería bíblica. Muchas veces alguien externo en la Palabra, puede ayudar a que veas y desbloquear cosas que de otro modo estarías ciego a ellas.