
Eran todas las noches, aproximadamente cinco minutos antes de irme a dormir cuando Dios me hablaba más. Las voces superficiales de mis amigos en el bar ya no estaban ahí para ahogar la voz del Espíritu. Cuando finalmente estaba solo, puede reconocer la triste realidad de que la satisfacción siempre me eludiría a este camino de rebelión. Como el hijo prodigo de Lucas 15, seguía llenando mi “vientre de las algarrobas que comían los cerdos” sabiendo que los siervos de Dios estaban mucho mejor que yo. Cada noche terminaba con una oración quejumbrosa, “Ya lo sé, Señor…ya lo sé. Fui creado para mucho más que esto.”
¿Suena deprimente? ¡Lo era! Alejarme del Señor en la universidad fue uno de los momentos más miserables en toda mi vida. El placer pasajero del pecado rápidamente se convirtió en culpa, lamento y vergüenza––algo que el enemigo nunca te dice cuando te está vendiendo al pecado. No puedo culpar a la Universidad de Nueva York por mi declive espiritual. La situación anterior hubiera sido mi historia en cualquier escuela porque simplemente no estaba listo para el ataque violento del enemigo. Ya que esta es la etapa de mi vida de la que más me arrepiento, me gustaría compartirte unos consejos simples que tal vez te puedan ayudar para evitar caer en algunas trampas.
Los universitarios cristianos usualmente se gradúan con uno de los tres resultados. [1] Su fe renuncia (se alejan del Señor permanentemente). [2] Su fe se vuelve silenciosa (aún profesan ser cristianos, pero mantienen esta información privada para evitar confrontación). [3] Su fe se acelera (los retos de la universidad causan que sus raíces se profundicen y se hagan más fuertes). ¿Hacia cuál de los resultados estás apuntando? Una fe fuerte suena genial, pero eso solo viene por medio de preparación diligente y decisiones sabias. Los siguientes consejos te prepararán para el éxito espiritual mientras inicias tu aventura en la universidad. De hecho, estos son exactamente los pasos que terminé tomando para regresar al Señor a la mitad de mi carrera.
Con cosmovisiones ateas inundando tus clases, necesitas saturarte de predicación sólida y una comunidad cristiana predicacion centrada en el evangelio"
#1 Elige una Iglesia Antes de Llegar a tu Primer Día de Clases
Hebreos 10:25 nos dice que, “no dejando de congregarnos.” Es demasiado común para un cristiano en la universidad brincar de iglesia en iglesia por las primeras semanas y después dejar de asistir. Con cosmovisiones ateas inundando tus clases, necesitas saturarte de predicación sólida y una comunidad cristiana. Mientras haces visitas a tu universidad, también visita iglesias locales. Escucha predicas en línea y haz tu investigación para que después de que hayas elegido tu escuela, rápidamente puedas elegir una iglesia. Utiliza el localizador de iglesias en la página de esp.calvarychapel.com para encontrar muy buenas iglesias Calvary cerca de tu universidad. Hacerme parte de Harvest Christian Fellowhsip en Manhattan durante mi segundo año me ayudó a enfocarme.
#2 Elige Tu Amigos de Manera Estratégica
Cuando un estudiante de nuevo ingreso llega a la universidad puede ser intimidante. La tendencia es de rápidamente encontrar amigos con quien pasar el tiempo durante la semana de orientación. La mayoría de las personas se hacen amigos cercanos de sus compañeros de salón, sin importar su carácter. Por supuesto, ten una gran relación con tus compañeros, pero elegir a tus amigos debería ser una decisión calculada—no solamente porque la universidad los puso juntos. Pablo le dijo a los corintios, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” 1 Corintios 15:33 Buscar clubs cristianos en tu campus puede llevarte a tener buenas amistades piadosas. Ministerios como Navigators, Campus Crusade for Christ, Intervarsity y otros han sido cruciales en la vida de millones de universitarios cristianos en Estados Unidos. Si yo no hubiera sido parte del ministerio Navigators en la Universidad de Nueva York, mis últimos años de la universidad hubieran sido muy solitarios.
#3 Elige a Alguien de tu Iglesia para Rendir Cuentas
Una vez que un universitario deja su casa, solo rinde cuentas a Dios. Sus padres y pastores ya no están ahí, así que debe haber un temor sano por Dios para seguir caminando en obediencia. Es de mucha ayuda tener a otro cristiano como a alguien a quien rendir cuentas. Alguien que te pueda dar el “temor del hombre” al estarte checando hasta que el “temor de Dios” sea lo suficiente para motivarte. Gálatas 6:1-2 dice, “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Ora e invita a alguien de tu iglesia a que te llame una vez a la semana para saber cómo te está yendo y que pueda orar contigo. El amigo que me ayudó a salir del hoyo en la universidad terminó siendo mi padrino de honor en mi boda.
#4 Elige Hacer una Diferencia en Tu Campus
Durante mi último año en la Universidad de Nueva York, hubo un registro nacional de siete suicidios en nuestra escuela. Uno de cada diez universitarios ha hecho planes de cometer suicidio. Esto te revela que las mismas personas que te están presionando a que tengas un buen tiempo en las fiestas en realidad están doliendo por dentro. Las deudas estudiantiles y la presión académica los abruma. Reconocen la futilidad de la vida pero no tienen el conocimiento de Cristo. Necesitan cristianos que no solamente estén a la defensiva, sino que estén acercándose a las puertas del infierno para rescatar a pecadores condenados. ¿Tomarás un paso fuera de tu zona de confort para ayudarlos? Para más consejos prácticos de cómo ser usado en la universidad, te animo a que veas una serie corta recopilada por Pastor Brian Weed, llamada “Being a Christian in College.”
¿Qué has Elegido Hacer?
Prosperar espiritualmente en la universidad es algo que cada estudiante puede elegir. Tan fuerte como pueda ser la corriente en contra de Cristo, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4) Hay veces que sentirás que es imposible resistir el diluvio de la tentación, pero debes recordar que no hay ninguna situación por la que Jesús no te pueda hacer pasar victoriosamente. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” (1 Corintios 10:13)